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A reading woman

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  • Foto del escritorMelina Márquez

«El mujericidio siempre debiera reprobarse más que el homicidio». El Encaje roto de E. Pardo Bazán

«El mujericidio siempre debiera reprobarse más que el homicidio. ¿No son los hombres nuestros amos, nuestros protectores, los fuertes, los poderosos? El abuso del poder, ¿no es circunstancia agravante? Cuando matan, a mansalva, a la mujer, ¿no debería exigírseles más estrecha cuenta? Y, sin embargo, los anales de la criminalidad abundan en mujericidios, impunes muchas veces, por razones especiosas, mejor dicho, por sofismas que sirven para alentar al crimen». (Emilia Pardo Bazán, 22 julio 1901 en La Ilustración artística)

Emilia Pardo Bazán o la Condesa Pardo Bazán (1851-1921) es un nombre que debiera sonar entre todo el público aunque no sean grandes estudiosos o estudiosas de la historia de la literatura nacional. Quizás más conocida por su faceta como novelista con obras como Los Pazos de Ulloa, la verdad es que como demuestra este volumen de la Editorial Contraseña, Pardo Bazán fue más que prolífica en varios géneros. Destacada escritora del Naturalismo y fundadora de la revista Nuevo Teatro crítico, fue una mujer imparable y polifacética que, con razón, sigue teniendo su hueco en nuestro mercado editorial del siglo XXI.


El encaje roto. Antología de cuentos de violencia contra las mujeres recoge precisamente eso, cuentos en los que Doña Emilia retrata historias de violencia, en todas sus posibilidades y con desenlaces de lo más variados. A lo largo del volumen y gracias a las notas de la editora y prologuista Cristina Patiño Eirín incluso descubrimos que algunos de los cuentos estuvieron inspirados en crónicas de la época que Emilia Pardo Bazán recogía y narraba. Treinta y cinco cuentos unidos en un volumen de casi trescientas páginas acompañados de un prólogo donde se perfila la fuerza y el carisma de una mujer fuerte. Porque escuchar el nombre de Doña Emilia es imaginarse a una mujer robusta de mente y de cuerpo, una fuerza natural emana de las fotos que se conservan y es una fuerza que surge asimismo de la lectura de cada uno de estos cuentos.


Mujericidios y otros casos de violencia de género


Cuentos breves con descripciones de una época pasada que, sin embargo, no deja de asemejarse demasiado a la nuestra. Uno de los protagonistas que se repiten como unión entre muchas de las historias recogidas es el detonante de los celos. El sentimiento enfermizo de posesión que justifica la necesidad de actuar como poseedores para ahuyentar miedos infundidos de infidelidades y engaños. ¿Cuál es la acción que justifican los celos? Normalmente, la violencia sobre el objeto amado; es más, la objetivización de la mujer como posesión material, dando pie a desenlaces sangrientos, a muertes violentas, a castigos medievales. Pero no es sangre todo lo que surge, Doña Emilia regala de vez en cuando algún final 'feliz' a sus protagonistas femeninas o, al menos, con un manto de ironía otorga irónicamente una libertad que parece fruto del ingenio más que del derecho humano a esta. Así, con un guiño al lector y a la lectora, en el cuento La Advertencia, la joven protagonista reacciona ingeniosamente ante las amenazas de su marido y señor: «[...] (el marido) Como yo sepa lo menos de tu conducta, la aguijada de los bueyes he de quebrarte en los lomos... [...] La aldeana sonreía interiormente, bajando hipócrita los ojos. Ella sería buena por el aquel de ser buena; pero su hombre no tenía un pie en Norla y otro en Madrí, y los mirlos no iban a contarle lo que ella hiciese...»



Pequeñas libertades irónicas en un mundo de mujeres enjauladas y atadas a un destino impuesto y sufrido. Tras los celos y las amenazas, otros relatos siguen de manera más evidente la corriente feminista que la propia escritora defendía. Incluso, en esta antología podemos encontrar un cuento con el título directo Feminista, de nuevo un retrato divertido del revés que experimenta el 'poder' del marido, esta vez, implicando casi ciertos travestimos. Pero no lo desvelemos todo porque la narración de Doña Emilia ofrece el tempo y la descripción imposibles de repetir ni en un resumen breve en este artículo. De la misma manera, imperdible es la relectura del mito de Adán y Eva que Pardo Bazán hace en El cuento primitivo. (Interrumpo aquí mi lista personal de cuentos favoritos que, siendo honesta, terminaría en un Top 35 con toda la antología).


Cuentos adictivos de feminismos decimonónicos y mujericidios atemporales


El género cuento permite muchas lecturas, normalmente más pausadas, quizás aprovechando la brevedad del género, reduciendo su consumo a uno al día. Esta suele ser la dosis más elegida por los lectores. Sin embargo, con El encaje roto es complicado atenerse a esta posología, demasiado poco satisfactoria con una escritora que engancha y con una colección de cuentos que, aunque independientes, están unidos como veíamos por muchos hilos temáticos, estéticos y, sobre todo, por una búsqueda de visibilización y de puesta en escena de lo más podrido de aquella sociedad y de unas vidas cotidianas demasiado habituales.


Además, como he comentado en otras entradas, la edición y el cuidado con el que el libro llega al lector es tan importante como el contenido y, de nuevo, Editorial Contraseña lo ha conseguido. Con una portada diseñada por Elisa Arguilé donde la mujer se despedaza en la cotidianidad de una casa ya derruida; con un peso acorde a su contenido (recordad mi manía por la importancia del peso y del papel de los libros); y con un prólogo necesario para comprender la grandeza de Doña Emilia, para profundizar en sus acciones, en sus escritos periodísticos como el reproducido al inicio del artículo, textos que surgen de principios del siglo XX y que, a la vez, seguimos leyendo en nuestra prensa actual. Cristina Patiño resume y recorre la trayectoria de una mujer robusta, de una escritora incansable que llegaría a escribir más de seiscientos cincuenta cuentos además de sus novelas y escritos periodísticos y con una lengua a veces enrevesada y rica de galleguismos que casi incitan a la lectura en voz alta para añadir la melodía particular de la lengua de Doña Emilia a sus narraciones y, de esta forma, obtener la experiencia completa de una antología imprescindible, de una escritora memorable.



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